La mayoría de las veces los padres y profesores son los últimos en enterarse de lo que les ocurre a los chicos. La vergüenza o el miedo a las represalias son los principales motivos, si descubre en sus alumnos, alguno de estos signos, actúe. Esperar a que el asunto se arregle sólo, no sirve de nada.
Señales de alarma:
Como padres debemos estar atentos a:
- Cambios en el comportamiento del niños, cambios de humor.
- Tristeza, llanto, irritabilidad.
- Pesadillas, cambio de sueño y/o de apetito.
- Dolores de cabeza, de estomago, vómitos.
- Pierde o se deterioran sus pertenencias escolares o personales de forma frecuente.
- Aparece con golpes, hematomas o rasguños, dice que tiene frecuentes caídas o accidentes.
- No acude a excursiones, visitas, etc de la escuela.
- Quiere ir acompañado a la entrada y salida.
- Se niega o protesta para ir al colegio.